( ... )
Alcibíades: Declaro solemnemente, Sócrates, que ya no sé lo que me digo y que me encuentro en un extraño estado, porque cuando me interrogas, creo decir unas veces una cosa y otras veces otra.
--
Sócrates: ¿Y no eres consciente, amigo mío, de cuál sea la naturaleza de esta confusión?
--
Alcibíades: En absoluto.
--
Sócrates. ¿Piensas tú que si alguien te preguntara si tienes dos o tres ojos, o dos manos o cuatro, o cualquier otra cosa de esta clase, contestarías unas veces una cosa y otras veces otra, o contestarías siempre la misma cosa?
--
Alcibíades. Ahora hasta en eso temo equivocarme, pero creo que contestaría la misma cosa.
--
Sócrates: ¿Y no es porque la sabes? ¿No es esta la razón?
--
Alcibíades. Sí. Eso creo.
--
Sócrates: Entonces esas cosas a propósito de las cuales das respuestas contradictorias a pesar tuyo, es evidente que no las sabes.
--
Alcibíades: Probablemente.
--
Sócrates. ¿Y dices que en cuanto a lo que es
justo e injusto,
hermoso y feo,
bueno y malo,
conveniente e inconveniente, te pierdes en tus respuestas? ¿No es evidente entonces que te pierdes porque no las conoces?
--
Alcibíades: Debe ser así. ( ... )
(Platón, Primer Alcibíades)