Sócrates : Veamos. entonces, estimado, si crees que puedes estar de acuerdo con mis opiniones, pues a partir de ellas sabremos más sobre lo que queda por examinar. ¿Te parece propio de un hombre que es filósofo tomar en serio los placeres - si se los ha de llamar placeres - de la comida y la bebida? * Simmias : No, ciertamente. * Sócrates : ¿Y los placeres carnales? * Simmias : Tampoco. * Sócrates : ¿Y todos los demás cuidados que afectan al cuerpo? ¿Crees que un hombre de esta clase les concede alguna importancia? ¿A adquirir, por ejemplo, vestidos y calzado elegantes, o accesorios para el adorno del cuerpo, crees que concede a esto alguna importancia? ¿O, por el contrario, ninguna, al menos en la medida en que no esté obligado a servirse de ello? * Simmias : Por mi parte creo que no les da ninguna importancia, en todo caso aquel que es verdaderamente filósofo. * Sócrates : ¿Tu opinión, entonces, es que, en general, la preocupación de un hombre de esta clase no es cuidar del cuerpo, sino alejarse de él todo lo que pueda, y volverse hacia el alma? * Simmias : A mi modo de ver, sí.
20200918
Sócrates : Hablemos, pues, entre nosotros, y dejemos de lado a toda esa gente. La muerte, ¿pensamos que es alguna cosa? [i. e. si es una cosa, ha de poder ser definida]. * Simmias : Sí, con toda seguridad. * Sócrates : ¿Puede ser que la muerte no sea nada más que la separación del cuerpo y el alma? ¿Es esto estar muerto? ¿el cuerpo separado del alma viene a no ser más que él mismo en sí mismo, mientras que el alma separada del cuerpo es ella misma en sí misma? ¿Es posible que la muerte sea algo más que esto? * Simmias : No, es esto mismo.
20200915
Simmias : Aunque no tenía ganas precisamente de reírme, ahora, Sócrates, has conseguido hacerme reír. Pienso, en efecto, que si la gente común te oyera, la mayoría pensaría que la tuya es una buena manera de hablar sobre los que se dedican a filosofar. Estarían de acuerdo, sin ninguna sombra de duda, en que los que filosofan reclaman la muerte, y añadirían, por su parte, que son plenamente conscientes de que esta es exactamente la clase de suerte que los filósofos merecen. Sócrates : Y dirían la verdad, Simmias, excepto en este punto: cuando dicen que son plenamente conscientes. Porque, en qué sentido reclaman la muerte aquellos que son verdaderamente filósofos, en qué sentido merecen la muerte, y qué muerte, de esto no son de ningún modo conscientes. En consecuencia, hablemos entre nosotros, y dejemos de lado a toda esa gente.
20200912
A. Época de juventud
- Hippias mayor
- Hippias menor
- Ion
- Laques
- Cármides
- Protágoras
- Eutifrón
- Alcibíades
- Gorgias
- Menón
- Apología
- Critón
- Eutidemo
- Lisis
- Menexeno
- Crátilo
- Fedón
- Symposium
- República
- Fedro
- Teeteo
- Parménides
- Sofista
- Político
- Timeo
- Critias
- Filebo
- Leyes
(Luc Brisson, Platon - Oeuvres Complètes)
20200912
Sócrates: Me parece razonable pensar que el verdadero filósofo se siente lleno de confianza cuando está a punto de morir, y que espera obtener en el otro mundo los mayores bienes, una vez que haya dejado esta vida presente. Cómo puede justamente esto ser así, he aquí, Simias y Cebes, lo que voy a tratar de explicar. Porque esta es una cosa que los otros [que no son verdaderos filósofos] probablemente no van a entender: que todos los adeptos de la filosofía, los que se aplican a ella correctamente, no piensan nada más que en morir y en estar muertos.
[...] Por tanto, dejemos de lado a toda esa gente y hablemos entre nosotros.
20200906
Sócrates : En verdad, Simmias y Cebes, si no creyera que en el otro mundo me he de encontrar con otros dioses, sabios y buenos, y también con otros hombres, que murieron antes, mejores que los que dejo aquí, entonces sí debería sentir pesar ante la idea de mi muerte. Ya sabéis de la esperanza que tengo de juntarme allí con hombres buenos, pero esta esperanza, aunque existe, no la voy a defender hasta el final. En cambio, y también lo sabéis, si hay una esperanza que defenderé contra todo y contra todos, es la de encontrarme allí con dioses que son maestros perfectamente buenos. Y por esto no siento ningún pesar, como lo sentiría si fuera de otra manera. Porque tengo buena esperanza de que que para los muertos todavía queda algo, y algo - tal como, por otra parte, se dice desde hace mucho tiempo - mucho mejor para los buenos que para los malos.
20200905
Falluntur quidam stultorum, dum legunt ad imaginem Dei factum esse hominem, arbitrantes Deum esse corporeum, dum non caro, quod est corpus, sed anima, quod est spiritus, Dei imaginem habeat. Non ergo esse corporis formam in Deum, qui hominem ad imaginem suam fecit, quia mentem, non carnem, ad similitudinem suam creavit. Cogita igitur quale corpus habeat veritas, et dum non inveneris, hoc est Deus. - The Latin Library