Todos estamos encadenados a nuestra suerte (omnes cum fortuna copulati sumus). Las cadenas de algunos son flojas y están hechas de oro, las de otros son apretadas y hechas de un metal vil, ¿pero qué importa? (aliorum aurea catena est et laxa, aliorum arta et sordida, sed quid refert?) La misma prisión nos encierra a todos (eadem custodia universos circumdedit), e incluso los que atan a otros están atados ellos mismos también (alligatique sunt etiam qui alligaverunt). A unos los doblegan sus cargos públicos, a otros sus riquezas (alium honores, alium opes vinciunt), este soporta el peso de un nacimiento ilustre, este otro el de uno humilde, (quosdam nobilitas, quosdam humilitas premit), unos están sometidos a la autoridad de otros (quibusdam aliena supra caput imperia sunt), otros a la suya propia (quibusdam sua). Toda vida es esclavitud (omnis vita servitium est). - (Séneca, De la tranquilidad de espíritu X, 5)