Dios esta cerca de ti, está contigo, está dentro de ti (prope est a te deus, intus est, tecum est). Lo que quiero decir, Lucilio, es (ita dico, Lucili) : un espíritu sagrado reside en nosotros (sacer intra nos spiritus sedet), observador y custodio de nuestras buenas y malas acciones (malorum bonorumque nostrorum observator et custos). Exactamente tal como nosotros lo tratamos (hic prout a nobis tractatus est), así nos trata a nosotros (ita nos ipse tractat). De hecho, ningún hombre puede ser bueno sin Dios (bonus vero vir sine deo nemo est). ¿O es que puede alguien elevarse por encima de su suerte, si no es con su ayuda? (an potest aliquis supra fortunam nisi ab illo adiutus exurgere?).
(Séneca, Cartas a Lucilio, XLI)