20200803

[Platón, El Banquete (Syposium), 204c]

Diotima : No es extraño que te hayas dejado engañar por la idea que tenías del amor. La idea que tenías era que el amor era el bienamado y no el amante [una distinción fundamental]. Imagino que esta es la razón por la que te parecía que era poseedor de una hermosura sin límites. Y, de hecho, lo que atrae al amor es lo que es realmente hermoso, delicado, perfecto, es decir, lo que dispensa la mayor felicidad. Pero la naturaleza del que ama es diferente, y ya te he dicho cuál es [i. e. una especie de indigencia].

Sócrates : Prosigue, Extranjera, lo que dices es admirable. Pero si la naturaleza de Eros [amor erótico] es esta, ¿cuál es su utilidad para los seres humanos? - Diotima : Esto, Sócrates, es justamente lo que intentaré hacerte comprender a continuación.